JPR es una herramienta que me permite publicar música en tiendas digitales. Para trabajos musicales que difícilmente encontrarían lugar en el catálogo de sellos discográficos del mercado, jazzístico o no jazzístico. Esto es técnicamente posible con la plataforma www.feiyr.com de forma no muy complicada. Diría que, en cada trabajo, existen dos trabajos importantes. Una, la producción musical, que incluye la grabación, la mezcla y la masterización. Y dos, la producción artística, es decir, seleccionar músicas, gráficos y textos, dar forma a todo ello definiendo el mensaje o relato que será el sello del trabajo. Tener un sello propio me permite tomar todas las decisiones en relación a la música.

Entre 2007 y 2009 estuve meses componiendo y decidiendo qué música quería en mi primer trabajo en formato “guitarra baja solo”. Pensando si tenía sentido o no cada una de las piezas, si tenía sentido el orden en que aparecerían en el CD, si debían ser todas propias o habría versiones o composiciones ajenas, si era mejor no tantas piezas y entonces cuáles sacaba y cómo rehacía el orden. Cada pieza fue un proyecto en sí mismo, algunas exigieron investigación instrumental (estudios, gimnasio, etc), sesiones de grabación una y otra vez. Después, decidir cómo sería la portada, qué dibujos o fotos o qué distribución habría en la carpeta.

Empecé a buscar alguna discográfica que quisiera publicar mi CD. Al ser la primera vez, pensé que sería relativamente sencillo. Quizás no tenía los contactos o no tenía ni idea de cómo se hace, el caso es que no encontré ninguna discográfica por ello.

Envié mi CD a un sello especializado en world music y flamenco. Muy amablemente le recibieron y, poco después, me dijeron que "Pero Jordi, si están solos de bajo". El principio de un proceso siempre tiene ciertas dificultades. Ya vi que mi trabajo no encajaría en cualquier discográfica.

Luego probé con un sello especializado en jazz. También muy amablemente lo recibió y escuchó. Por último lo que me dijo fue que lo que yo había hecho no encajaba en ninguna de las cuatro líneas de publicación que su sello mantenía. -¡Es que lo que tú haces es “jazz de autor”!- me dijo, rechazando publicarlo. Me gustó esta definición de mi música: "jazz de autor"...

No busqué mucho más. Al final, estos CD de música instrumental realizados por “músicos locales” se pueden vender en los conciertos. Y en 2009 los CD ya se podían comprar por internet.

Otros me ofrecieron un trato curioso: "el músico paga a pesar de nosotros lo ponemos en nuestro catálogo, si quieres campaña de promoción y enviar los cd a nuestro mailing, debes pagar aparte."

Por eso pensé en “Juan Palomo Records”: es mi música, nadie más ha puesto un centavo, si necesito una campaña de promoción ya me la pagaré yo igualmente. Y así empecé a publicar mis trabajos. Por el camino he conocido diferentes formas de conectar con las tiendas digitales, he aprendido sobre el proceso de mezcla y el de mastering. Para mí lo difícil es entender el marketing...